Hola ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes hoy? [responde en voz alta, please].
No pude escuchar la respuesta que diste literalmente, pero sea cual sea que hayas dado, te sugiero que dejemos de decir "bien" o "mal" (estos derivados viniendo de bueno/malo) como respuesta a esa tipica pregunta. Ninguna son sentimientos ni realidades específicas del como realmente te encuentras. Cuando dices alguna de ellas, estas simplificando y omitiendo muchísima cosas que dicen como realmente te encuentras.
Hace unos años, tuve una experiencia juvenil que me dio varios cambios de perspectiva en cosas tan sencillas como preguntas de esa magnitud. Y parte de ese cambio, fue el de abrirme a los demás en temas de sentimientos y estados reales de ánimo. Porque los problemas sociales no cambiarán, si uno mismo no da el primer paso al cambio. Y el que todos seamos sinceros unos con otros dejando de omitir cosas en nuestras respuestas, es un gran paso al cambio.
Seamos más sinceros y menos clasificadores. Y no seamos de los que determinamos algo en bueno o malo solo por llevarnos de nuestro impulsos de supremacía que le encanta clasificar las cosas, o por nuestra vagancia que le encanta simplificar mucho las cosas y sobre todo generalizar demasiado (lo engloba todos sin darle importancia a los pequeños detalles). El problema de esto es que al hacerlo, omitimos información relevante que puede entenderse de forma muy diferente si lo tomáramos en cuenta al responder, pero solo para que sea ese "bien" o "mal" que deseamos decir, lo ignoramos y terminamos dejando de ser sincero hasta con nosotros mismos. Porque incluso, nosotros nos lo creemos a la larga.
"Bueno" es lo que nos gusta o nos gustaría, lo que nos hace sentir cómodos o tranquilos. Todo lo que no nos alerta o nos promueve a ser impulsivos contradiciendo nuestros propios principios morales y demás. Lo que solemos decir como "Malo" es justamente todo lo contrario: lo que nos incómoda, lo que nos provee inseguridad, lo que sentimos como "intruso" (lo que no debería estar ahí); lo que rompe con nuestra consciencia, etc.
Así entra el problema relativista de que "lo que para ti puede ser bueno, para otros puede ser malo". Es un problema que al ser clasificaciones generalizadas, no logramos discernir cual parte de lo que se dijo, hizo u omitió es realmente malo o bueno haciendo que "temas buenos pasen por ser temas malos y viceversa"... Y por eso, termina siendo un intento de decir "todo eso que dijiste/hiciste/omitiste ESTÁ MAL". Lo cual, seres pensante y racionales como nosotros entendemos que realmente es exagerado el decir algo así en la mayoría de los casos (porque contenido erróneo y con falacias los puede haber, pero se tiene que tener un nivel moral y de conocimiento enorme como para poder señalar lo que presenta el prójimo como una falacia completamente), y ciertamente eso no sería muy humilde que digamos. Tristemente, a los dominicanos nos encanta tener opinión sin investigación exhaustiva previa, porque el decir: "no sé sobre eso" es sinónimo de ser estúpido o algo parecido.
Creo personalmente, que el problema radica en las inseguridades que no queremos tener ni queremos escuchar al responder, el ya mencionado: "no sé", o quizas el "no estoy seguro", "tal vez" son reflejo de no tener una respuesta contundente y determinante o concreta que pueda ser clasificada en bien/mal. Y por eso tienen a ser evitadas o molestas para muchos. Por no dar respuesta inmediata a sus dudas o no sirven para involucrar a nadie. Pero, mi problema con eso es que veo que la mayoría no aceptan tus respuestas así, olvidando que los "más o menos", los "tal vez" y hasta los "depende" son respuestas humanas, que revelan que hay límites en nuestra comprensión sobre todas las cosas. NO LO SABEMOS TODO.
También podemos agregar, como dijo el papa Francisco en una de sus homilías sobre el discernimiento: "... hay grises...", a eso le agrego que no todo es color panda (blanco y negro). Hay realidades que por más que queremos tendrán tonos grisáceos, que no nos permitirán discernir (distinguir concientemente) que tan conveniente es tomarlo como bueno o malo.
Atendamos más a lo que transmiten las vivencias en un momento determinado: al como nos hace sentir, más que a clasificar esas vivencias de forma tajante en sí es bueno o malo. Todo tiene aspectos positivos y negativos. Y Dios lo sabe tan bien, que no duda en usar lo "bueno" de nuestras "MALAS" experiencias para darnos hermosas y más profundas enseñanzas, de que no todo era malo en eso que te sucedió. Podríamos ayudar a otros a ver las cosas así, si viéramos las cosas tal cual como son y dejáramos de simplificar tanto las cosas en nuestras respuestas...
Hola nuevamente... ¿Cómo estás? Y ahora, ¿Cómo te sientes?